Capitulo 2, el comerciante, nilón y otros placeres
El comerciante
En esta ocasión fue llamada por un hombre de unos 40 años, del interior de la provincia, se dedicaba al negocio del reparto en masa, tenía varias empresas funcionando en capital, mucho personal bajo su supervisión, alto de tés blancos y cabello corto algo canoso, de contextura amplia.
Pidió una sesión de bondage, simulando un secuestro, privarlo de sus sentidos, mordaza, capucha, ataduras, y así se haría desde el inicio, pero con este sujeto en particular, los encuentros se volverían más extremos cada vez.
La primera vez que se vieron, el comerciante quedo pasmado por la belleza de Misstres, lo cual lo ponía en una postura aún más humillante, porque desde entonces le suplicaría que haga el amor con él y ella lo sometería y lo rechazaría cada vez con más énfasis.
En este juego de humillación y sometimiento se guardaba un caudal de excitación, de control de los instintos, y de la supremacía del orgasmo mental. En razón que su diosa le permita al menos besarla, el comerciante se entregaba a sus caprichos. MIstress vivía esta situación con naturalidad y encanto, se sentía a gusto, maltratándolo, sometiéndolo, rechazándolo, ejercer poder sobre ese hombre hacia florecer en ella una fuerza que se mantenía cautivo, por cautela, pocos espacios existían en el presente para esa faceta de ella, el bdsm les había dado un hogar a sus reveladoras fantasías.
Aquel día de verano, ingresaron a la sesión con normalidad, consensuaron las practicas que realizarían, ella se retiró a prepararse y él se desvistió por completo para esperarla, como acostumbraba a hacerlo ella lucía un conjunto íntimo de encaje, portaligas y medias negras, y tacos muy altos, se acercó a él con cierto aire soberbio y le ordeno que se arrodille,
- permítame besar sus pechos señora por favor, dijo el
- no, nunca va a tener semejante satisfacción porquería,
- por favor, señora, insistió
Dije no, lo tomo de la oreja y acerco su cara a su pecho
- no es no
El intento al menos con la lengua acercase a sus pechos,
Míster le dio una bofetada y lo dejo tendido en el piso,
- perdón señora, perdón, usted es tan hermosa...y yo no soy nada
Ella se tiro encima de él y le cerro la boca con una mordaza
Mientras acariciaba su cabeza, le decía
- ni hablar mereces escoria asquerosa,
Amordazado comenzó a atar sus brazos con las sojas, vuelta a vuelta subía la presión,
Llevo la soja hasta los talones y presiono fuerte varias vueltas.
Luego ato sus testículos, con su pene bien erecto,
Ahora, ni mirar vas a poder...cubrió su cabeza con la capucha, y lo dejo absolutamente inmovilizado, mudo y segado,
Es de la única forma que te mereces estar al lado de una mujer , como un bulto de porquería , ella reía , mientras rodeaba su cuerpo con el taco ajuga, luego con sus manos y así seduciéndolo, el comerciante se retorcía de placer, finalmente con la mordaza y la capucha se empezó a sentir ahogado, y ella se los retiro con la orden de mantenerse en silencio, mientras sostenía sus testículo con fuerza, si intentaba hablar se los retorcía entre las uñas... aun parecía estar amordazado, su pene parecía explotar en algún instante,
Finalmente, ella le soltó una mano, y mientras se arrodillaba se frotaba el pene expulsando con fuerza semen y le pedía piedad a su señora, que le permita tocarla al menos, no se lo permitió.... y eso a ambos les daba mucha satisfacción.
Al finalizar la sesión se despidieron con alegría, el comerciante estaba muy seguro de haber encontrado lo que buscaba, no pasaría mucho tiempo hasta que la vuelva a contactar.
Nilón y otras paciones
Pasado unos días, el comerciante volvió a comunicarse con Misstres, para programar una sesión, así pedir, igual que la anterior, en ese punto ella le aclaro, que las sesiones no deberían ser siempre iguales, hay que animarse a agregar prácticas, para no perder la intensidad, para desafiarse y conocerse.
El comerciante no se desatacaba por su creatividad y realizaba practicas siempre similares para satisfacerse, pero esta vez además de sentir que estaría dispuesto a lo que sea por su Misstres, sentía que esa entrega lo podría ayudar a conocer nuevos placeres, básicamente su estado de excitación era la inmovilización y la sensación de vulnerabilidad, pero ahora se sentía humillado por el deseo que le generaba Misstres y el desprecio que ella le hacía pasar, y eso lo llevaba a otro nivel.
Al llegar el próximo encuentro, el comerciante vio con asombro un gran nilón abierto en el suelo, Misster acomodo las cosas y lo invito a pasar, le propuso llegar un poco más haya, una vez atado y amordazado, envolverlo en el nilón y cubrirlo con cinta de embalaje.
El comerciante veía a su hermosa Dom parada del otro lado del nilón y no podía mas que entregarse a sus caprichos complacerla, pasaba a ser su prioridad desde el momento que se encontraban, comenzó por amordazarlo le puso sus medias usadas en la boca, las ato con una cinta, le puso una media cancán en la cabeza, y ato sus manos fuertemente con sojas, hasta sus pies, lo tiro encima del nailon.
Ella caminaba lado a lado por el nilón sus tacos hacían un sonido estruendoso, el comerciante traspiraba y se estremecía al sentir mover la bolsa, sintió el contacto con su piel húmeda por la traspiración, era una sensación fría que lo envolvía, le cubría todo el cuerpo, ella lo giraba mientras lo envolvía como a un paquete a peso muerto, se sentía poderosa , fuerte, envolvía el nilón en cinta ancha, le subía la temperatura a su cuerpo, su pene estaba erecto y de color violeta por la presión y la excitación.
Esta ocasión fue increíble para ambos, Mistres sentía como su proyecto toma forma, como la entrega se iba haciendo posible y agradecida por cada encuentro.
Aquel día se saludaron cordialmente ambos estaban muy satisfechos por la sesión y pactaron un próximo encuentro.
el último tiempo en capital, todo y cuanto desafío por atravesar era una aventura, las calle, los alojamientos, los hoteles, las otras dominas, los sumisos y sus identidades secretas, las identidades secretas de todos, decidir si ella también tendría una identidad secreta o seria dominatriz sin limitaciones, que cuando cualquier persona por ahí le pregunte, a que te dedicas, pudiera responder soy dominatriz, proporciono sesiones de bdsm , realizo terapias vinculares con experiencias psicofísicas alternativas, trabajo en el laboratorio de la sexualidad y las personalidades ocultas...o talvez pueda inventar un trabajo cualquiera , algo simple y no tener que explicar cada vez.
La sexualidad era su arte, su profesión, su vida, no conocía a nadie que se sintiera así, como ella, aun no, no descartaba la suerte de en esta inmensa ciudad encontrar a otra persona con sus mismas pasiones.
La sociedad en la que Misstres creció carga con la culpa, la vergüenza, la debilidad de ceder a los placeres carnales, entre adultos y consensuado el sexo no era pecado para ella, pero a saber, la sociedad aún tenía bien marcado los tabúes.
Creció luchando con lo que era y con los que otros querían de ella, escapo de forma kármicas de las cárceles de su familia y de su entorno, eligió la soledad a perderse de ella misma, era una persona más bien solitaria esa no era una limitación en capital, abundaba las personas y las diversidades, después de tanto andar se sentía a gusto entre desconocidos.
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