Amor de Bruja parte 3

 Esa luna llena Óscar no lograba conciliar el sueño. Detrás de sus ojos, en la base de su estómago, en su latido, en la sangre hirviendo en su entre piernas, ahí estaba la imagen de Wanda, ardiente y dulce, invocándolo., no le eran ajenos las trampas de las mujeres mágicas, y podía afirmar ante una multitud que todo eso eran patrañas, por q nunca les daría el justo a ellas de saber de los tormentos en los que lo envolvían, el amor, esa cruel falacia fue inventada en el antaño por la mujer para dominar con sus perfumes a las bestias y el hombre le quito el arma , apuñalándola antes de ceder su libertad , pero esa guerra no había terminado , se libraba subliminalmente en cada rincón de la tierra, claro había quienes  se conciliaron con la falacia, reutilizada hasta su máxima explotación por tantos medios, y aceptaron la mentira , dejaron de librar combate, se aliaron al enemigo y la magia nació, pero ni Oscar ni Wanda venían de esos linajes, más bien eran hijos de las derrotados, y vagaban solos, alimentándose de otras mentiras para existir entre los  humanos,

 Wanda se sentía capaz de generar una conexión sagrada, pero Oscar quería estar lo más lejos posible de cualquier cosa sagrada , para él todo era la misma hipocresía, prefería ser un alma solitaria y defenderse contra brujas, mujeres y otros hombres , defender su soledad, su imperio personal de satisfacción y aventuras, Wanda por su parte creía que todos estábamos predestinados a encontrarnos con seres que nos complementen, y que Oscar era uno de ellos, creado con una pisca de su propia esencia, sus hechizos eran empujoncitos para ella, no más que eso.

Finalmente, decidió cambiarse y salir a correr al parque cerca de su casa, agotado con su cuerpo traspirado, regreso aquella madrugada Oscar a su departamento del ejercicio, al entrar sintió un perfume extraño, uno que recordaba y mariposas revolotearon por su cintura baja... no era posible que su perfume llegara hasta ahí pensó sonriendo,... dejo el conjunto deportivo en el canasto de la ropa sucia y se metió a la ducha sin dudar, su pene se elevó entre sus piernas carnoso y prepotente invadió todo el cuerpo de Oscar con una sensación , acompañada de pensamientos, pensaba en ella, en su aroma a canela y caramelo, en su piel suave y sabrosa, en sus piernas fuertes que le rodeaban la cadera desnuda, en sus senos suaves con sus pezones rosados y erectos apoyados sobre su pechos desnudo y empapado, la escuchaba gemir en sus oídos mientras se balanceaba sobre el con su vagina empapada y le pedía que la penetre, Oscar se masturbaba en un trance entre el vapor de la ducha y su poderosa imaginación que sacaba sus deseos guardaditos , le enseñaba como seria tenerla una vez más, cuanto la deseaba, por el piso de la ducha el deseo de Oscar por Wanda cayo en un caudal blanco de semen y un gemido de alivio y auxilio que salió expulsado de su garganta sin control, mareado salió de la ducha y se tumbó en la cama aun sentía su perfume paseando por el aire de la habitación.


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