capitulo 3, El Arquitecto
Capítulo 3
El Arquitecto
El arquitecto, era un hombre joven de unos 33 años de edad, de rasgos y tés caribeños, de estatura media y contextura musculosa, siempre elegante y prolijo, contacto a Misstres a poco tiempo de que ella llegara a la ciudad para un encuentro esporádico de lucha erótica, que en realidad desembocaría en encuentros semanales de prácticas muy intensas de dominación y lucha.
En un principio se mostró muy tímido y algo asustado, lo cual a Misstres le pareció una actitud dulce y digna de ser castigada, al recibirlo por primera vez la invadió una profunda sensación de familiaridad y desde el primer encuentro parecía que el había sido su esclavo toda la eternidad.
Si bien era la primera experiencia del arquitecto, su excitación era tal que lo inundaba la entrega desesperada. Llego a misstres pidiendo solo lucha erótica, pero en realidad hace tiempo la esperaba, buscaba encontrar una Ama, hacer realidad sus más secretas fantasías.
En el primer encuentro parado descalzo sobre el matt, ambos en ropa interior, Misster lucía un conjunto negro de encaje, con una bombacha bien fina que se perdía entre sus nalgas, el arquitecto temblaba de nervios,
-mírame a la cara, dijo ella
El levanto la mirada, y ella lo tiro al suelo de un golpe, se subió a su pecho e inmovilizo su cuerpo cuello con su rodilla,
- si quieres lucha debes defenderte inútil, dijo Misster y tomo sus genitales con su pene muy erecto, apretó fuertemente
-espero que esa expresión sea de dolor,
Se paró de un salto y tomo su cuello, con su brazo y tiro hacia atrás su cabeza tomándolo de los pelos, el arquitecto intentaba resistirse, sin lograrlo
-es usted muy fuerte señora, le dijo ahogado por la asfixia
Ella lamio su oreja y soltó su cuello sin soltar su pelo de un tirón lo tumbo en el suelo y los enredo con sus piernas, el intentaba zafarse, pero no lo lograba, ella apretó sus piernas con fuerza alrededor de su cuello , el se revolcaba por suelo sin poder zafarse.
Misstres los soltó, y se detuvo para saber si estaba bien, el asintió con la cabeza he intento tumbarse encima de ella, pero ella tomo sus muñeca, le dio un rodillazo en el estómago, cuando se dobló hacia el suelo, empezó a golpear sus costillas, y una vez más cayó al piso.
Ella se abalanzo encima de él y retuvo sus muñecas en el piso, agitada respiraba en su oreja mientras que cabalgaba su pelvis con suavidad, el arquitecto excitado repetia- es usted tan fuerte, tan fuerte y hermosa.
Soltó sus muñecas y de un movimiento se sentó en su cuello apretándolo fuertemente y le ordeno masturbarse por ella, lo hacía detenerse y seguir, retener su eyaculación y volver a masturbarse, apretaba su cuello , hasta que el ya no aguanto más y en una frenética explosión de placer eyaculo sobre su mano.
Al despedirse ese día ambos se detuvieron al verse a los ojos, había en ellos un poco de nostalgia, de querer retenerse, de sentir realmente que se pertenecían, pero solo había sido un encuentro más pensó Misstres y siguió con su jornada con normalidad.
Más tarde esa noche , luego de una exquisita cena y una ducha, agotada mistres se dispuso a descansar, profundamente dormida se vio en una cama diferente, exaltada se incorporó, había una vela a su lado y miro a su alrededor, se encontraba en una habitación antigua con ventanales amplios de madera pintados de blanco mate, paredes empapeladas verdes con flores azules, un hermoso escritorio de madera tallado con finas terminaciones y perillas de bronce, haciendo juego con la mesa de luz, la cajonera y el espejo inmenso frente a su cama.
Se levantó descalza con un camisón blanco y largo, tenía una trenza en el cabello que iba hasta por debajo de su cintura, se acercó a la puerta con cautela, apoyo su oído, pero el silencio era desgarrador. Abrió la puerta que rechino cortando el aire, de pie, con un traje antiguo y una ballesta en la mano estaba el arquitecto.
-señora se encuentra bien ?, ¿puedo hacer algo por usted?
del impacto camino hacia atrás y se chocó la cama, golpeando su pierna, desesperado el guardia que era para ella su cliente, soltó el arma y entro a la habitación arrodillado mirando su pierna preguntaba preocupado si estaba bien y como podía ayudarla.
Entonces despertó, en su habitación de cada día, solo con los ruidos de la ciudad de fondo.
Desde niña sus sueños habían sido una incógnita para ella, vio personas que conoció años después y lugares que no podrían saber que existían, pero aun en grupos de estudios metafísicos en su juventud y adultez nunca había podido compartir sus visiones por temor a ser juzgada o tachada de enferma mental, a pesar que en la sociedad abundaba la información sobre la memoria genética, la rencarnación y las múltiples formas de percibir la realidad, este tiempo no estaba preparado para alguien como ella. Si el sueño era recordado, entonces no era solo un sueño , sino un mensaje, algo desconocido que esperaba ser revelado.
En el arquitecto, había encontrado una pista, un eslabón, no era la primera vez que soñaba con ese lugar, con ese hombre, con esa casa, había una recurrencia un mensaje de sabiduría encriptado entre realidades y recuerdos fantásticos, por mucho que intentara ser indiferente a esos sucesos, retumbaban en su mente sin control.
Pasada una semana, recibió un llamado del arquitecto, ansioso por concretar un próximo encuentro, pero esta vez de dominación, consensuados los términos, acordaron cita para ese día por la tarde.
Al recibirlo , el arquitecto le cometo a Mistres - hace unos días soñé con usted, no recuerdo bien de que se trataba el sueño, pero estábamos en una casa antigua en una habitación, no recuerdo mucho mis sueños pero si con quien sueño y estoy seguro que era usted.
Ella se quedó petrificada, parada en silencio a un lado de la puerta, mil pensamientos rondaban su mente , pero ninguno de ellos debía salir por su boca, se mordió los labios y corrió la mirada, -está bien señora- pregunto el preocupado, -sí , de maravilla,
Se retiró a la salA algo distraída solo pensaba en decirle, pero sabía que se encontraría con un muro, el arquitecto por su parte no relaciono el estado de mistress con el hecho de haberla soñado, y siguió en el tema para dar conversación.
-no se mucho sobre el significado de los sueños, generalmente no recuerdo lo que soñé, se de personas que si lo recuerdan y hasta pueden contar historias fantásticas sobre sus sueños- permaneció un rato en silencio, pero míster daba vueltas a la habitación como buscando algo, y ordenando sus elementos,
Entonces prosiguió- si he tenido esa sensación, ese estado de familiaridad en una situación nueva, esa contradicción, la he sentido, la sentí la primera vez que vine Mistres, eso también me hizo desear volver, me sentí cómodo y me encanto, vio que hasta la sueño, dormido y despierto me he acordado de usted.
Misstres sonrió algo más relajada, entendió en ese instante que el arquitecto no tenía idea de las teorías que ella había creado alrededor de los hechos desde que el atravesó la puerta,
En su suerte de enamorado ese hombre le estaba dando una posibilidad, algo que espero durante mucho tiempo poder transitar consiente, esa era la oportunidad de explorar esas teorías, si acaso ese hombre había sido significativo antes de este tiempo para ella, entonces la incógnita que desencadenaba este viaje era de que forma sus pensamientos se conectan con un tiempo en el que otra mujer éxito y también era ella.
La linealidad del tiempo se curvaba ante sus ojos, era el mismo hombre, pero el lugar, los sonidos, los olores, eran diferentes, la sensación la misma, como un vehículo de conciencia suprema, la sensación era la misma, se repetía en su interior.
La sesión debía comenzar y ella pensó una prueba rápidas mientras se cambiaba, desde la puerta le ordeno, te pararas como un soldado en la puerta del baño como cuidándome y me seguirás la corriente en todo lo que diga.
-si señora- respondió el arquitecto ansioso- lo que usted mande.
al abrir la puerta el arquitecto estaba parado firme , totalmente desnudo con el pene erecto y la respiración algo agitada, Mistres sonrió , camino hacia el haciendo retumbar sus tacos sobre el suelo, llevaba un bodi de cuerno con trasparencias en los pechos, descubierto en la espalda, su abundante pelo recogido por encima de los hombros, camino hacia él y fingió golpearse con el borde de la cama, el arquitecto se postro al suelo desesperado tomo su pierna y mirándola le preguntaba- señora está bien, se lastimo, puedo hacer algo por usted-
-quédate en el suelo y lame mi pierna golpeada hasta que se me alivie- en ese instante la sesión tomo vida propia.
besaba cada parte de sus piernas con total concentración arrastrando su lengua de forma suave, acentuando su tiempo en la zona que sentía como mistres se estremecía o largaba un gemido, ella sentada en el borde de la cama clavando el otro taco en su espalda, disfrutaba el labor de su sumiso,
Quíteme el zapato- le dijo- y prosiga por mi pie-
A sus órdenes señora- con delicadeza le quito el zapato y lo puso a un lado de la cama, comenzó a lamer cada uno de sus dedos metiéndolos en su boca, succionándolos suavemente, mientras mistress se estremecía tirada en la cama, ya con su cuerpo y su mente relajadas, el sumiso empezó a recorrer la base de su pie con la lengua, mordisqueando el talón.
Acomodándose en la cama, mistres acerco su otro pie calzado a la cara del sumiso- prosiga por este pie y esta pierna- mi señora, como ordene- así prosiguió lamiendo cada rincón de sus pies hasta que su señora lo detuvo, tomándolo del pelo .Quieto, vaya gateando y tráigame el látigo me lo entrega.
Cuando el látigo de la tiranía era entregado a mistress por manos de un sumiso algo en ella se trasformaba, la invadía una cesación de pasión desenfrenada, canalizada a travez de cada golpe, desatando su furia, pero liberando su espíritu, cada latigazo era un placer, una descarga y recarga de fuerza y en esta ocasión ver a el arquitecto de rodillas con el látigo de caucho antiguo en sus manos, entregándose a ella, la sumía en otra nivel mas elevado de placer, una dimensión reveladora. Miro al joven y con soberbia le ordeno mantenerse de rodillas , castigo su espalda, marcando en cada golpe líneas de rosado intenso que fueron mutando y cubriéndose de rojo, - ha mistres, gracias, es usted tan fuerte, ha, tan hermosa, haa---gritaba el arquitecto, incentivándola a golpearlo. Ella estaba segada sentía una expansión inmensa de su cuerpo, de su mente, le costaba detenerse, pero al ver la sangre, respiro profundo y paro, se acercó al oído del sumiso y le susurro.-como se siente, le gusta está bien.
De maravilla mi señora, de maravilla- repetía ebrio de placer y dolor.
Estoy cansada dijo ella, se recostó en la cama sobre las almohadas, sus ojos se clavaron en el sumiso, pensaba tantas formas de usarlo, el esperaba su orden de rodillas en la orilla de la cama,- prosiga con mis pies, dijo ella, -puedo masturbarme señora, se lo suplico, mientras beso sus pies, - suplícame
-se lo ruego señora ,se los suplico, permítame masturbarme por usted, lamiendo sus pies-
-si hágalo, despacio, con suavidad y beba su semen
-si mi ama, lo que me pida.
Al despedirse esa tarde, el prometió volver pronto, y ella sabía que así seria.
Comentarios
Publicar un comentario